El sorteo de Navidad es el sorteo con mayor tradición en España. Desde siempre es costumbre que todos juguemos a la lotería el 22 de Diciembre.
Cada español se gasta una media de 73,00 euros en el sorteo, que es uno de los que mayores premios reparten en todo el mundo. En 2010 se emitirán billetes que tendrán premios por un valor de 2.320 millones de euros.
El día 21 de diciembre se hará públicamente, a las 23 horas, el examen y recuento de las bolas de los números y premios que se han de realizar para efectuar el sorteo de Navidad. Estas bolas, podrán ser comprobadas por los asistentes que lo deseen, previa petición y autorización del presidente.
Finalizada la operación de recuento, se desaloja el salón y se aseguran con cerrojos interiores todos sus accesos, a excepción de la puerta del estrado, cuyas llaves quedan en poder de tres diferentes claveros, una vez cerrada y precintada.
El salón se abre a las 8 horas del día 22, permitiéndose la entrada a los espectadores, sin más limitación que el aforo del local.
A las 8,30 se constituye la junta que preside y autoriza el sorteo. Posteriormente, después de ser mostradas al público, las bolas son transportadas mecánicamente por la tolva, donde han sido depositadas previamente, hasta el bombo.
Esta operación se efectúa tanto con las bolas de números como con las de premios. Por último, los bombos son cerrados y a una señal del presidente se voltean simultáneamente.
Un niño o niña del colegio de S. Ildefonso extrae una bola del bombo de números y otro niño, a la vez, otra del de premios, siendo cantadas ambas por otros dos niños, quienes insertan las bolas en los alambres dispuestos al efecto.
Estos alambres se reúnen en una «tabla» hasta contener doscientas bolas de cada clase, siendo cerradas debidamente delante de la mesa de la junta con la conformidad del presidente y del interventor.
El sorteo de Navidad concluye cuando en el bombo de premios no quede bola alguna.